En redes sociales, para ser precisos en Tik Tok, surgió una nueva tendencia que muestra los “momentos que nos mantienen humildes”. El trend consiste en exponer situaciones penosas o vergonzosas en las que nos hemos visto envueltos y se cuentan historias que los usuarios catalogan de completa humildad, aunque existe un trasfondo que a muchos no les puede gustar.

En los vídeos hemos conocido historias que demuestran la personalidad real de las personas, influencers y los que se suman al reto. En México, las historias que más han destacado, son aquellas en las que sus protagonistas han tenido que lidiar con el transporte, el pago de deudas, la falta de alimentos y situaciones que poco o mucho demuestran la clase social a la que pertenecen.
Ellos han hablado desde su experiencia, como han tenido que sobrellevar el hecho de no tener para el pasaje, de cuando se vieron ahogados en deudas, de la falta de dinero para pagar en establecimientos públicos o los enredos que han tenido con las autoridades y como esto los ha puesto en una situación incómoda de la que por poco y no salían.
Sin embargo, si analizamos detenidamente estos “momentos que nos mantienen humilde” son situaciones que la mayoría de la sociedad mexicana ha experimentado por el hecho de pertenecer a la clase media/ baja. Los comentarios que dejan estás publicaciones demuestran que a más de uno le ha pasado y lo reconoce con cierta gracia pero a la vez es el reflejo de lo que día a día se vive en el país.
Otra cosa que podemos ver en estos videos es la diferencia de clases sociales, dejando claro los contrastes de realidad que se viven a diario, pues mientras que para unos los momentos que los mantiene humildes son haberse subido al transporte público o pagar con monedas, para otros es tener que regresar a casa caminando porque no alcanzaron el último metro.
Dicen que el mexicano siempre se ríe de sus desgracias y con este trend ha quedado comprobado que por más penosa que sea la situación, siempre se ve el lado positivo, sin embargo no está de más hacer una pausa para reflexionar sobre lo que estamos consumiendo en redes, ya que si nos parece gracioso o familiar podría ser señal del estilo de vida que compartimos con los creadores del contenido.
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