Para nadie es un secreto que la clase política de nuestro país vive a expensas de la prole, y que gracias a todos nosotros, se las dan de reyes y millonarios, malgastando el dinero en viajes, relojes de lujo, joyas y otros caprichitos.

La mayoría de los políticos mexicanos juran y perjuran que se preocupan por la situación del país, y que trabajan para que México progrese en todos los aspectos; pero mientras luchan por mejorar a nuestra nación, también se dan algunos gustitos.

La Secretaría de la Función Pública, es la encargada de supervisar los gastos que hacen los funcionarios, cuando realizan viajes al extranjero. El gran problema, es que la SFP solamente exige pases de abordar y recibos de hotel, por lo que el resto de despilfarros, no son revisados.

Hay casos de funcionarios públicos como Hilda García (quien trabaja para “combatir” la corrupción), que gastó gran parte de sus viáticos en una cena con champán y caviar, dentro de la conocida tienda departamental de lujo Harrods, ubicada en Londres. También tenemos el caso de Jorge Pulido, quien fue enviado a una conferencia en Kuala Lumpur y que terminó gastando una millonada en taxis y comidas, mientras realizaba una parada en Frankfurt.

Los relojes de lujo también forman parte de los caprichitos que se cumplen algunos funcionarios, utilizando nuestro dinero. De hecho, Rafael Pacchiano (titular de la Semarnat), Miguel Ángel Osorio Chong (Secretario de Gobernación) y el General Salvador Cienfuegos Zepeda (Secretario de Defensa Nacional), figuran en la lista de políticos amantes de los relojes caros, ya que se les ha visto portando relojes, cuyo valor rebasa los 100 mil pesos.

Otro ejemplo es el de Luis Miranda Saldaña, hijo de Luis Enrique Miranda Nava (Secretario de Desarrollo Social), quien presume en sus redes sociales viajes por el mundo, y los relojes más caros del planeta; resulta que el angelito posee un par de relojes Audemars Piguet, una de las marcas más exclusivas, cuyo valor rebasa los 33 mil dólares.

Luis Miranda también presume de contar con chefs personales, quienes le preparan la comida que desee para sus reuniones sociales, además de que se dice que su familia cuenta con autos de lujo y propiedades en diferentes partes del mundo.

Mientras que gran parte de la prole ni siquiera cuenta con la capacidad económica para comer y pagar los servicios básicos, existen “ratas” como las que mencionamos anteriormente y otras como José Manzur Quiroga (Secretario de Gobierno, durante la administración de Eruviel Ávila, en el Estado de México) quien es dueño de un rancho que cuenta con su propio zoológico y una bodega con 136 autos de lujo.

Manzur Quiroga ha declarado que su fortuna asciende a 85 millones de pesos, entre propiedades, autos, joyas, obras de arte y empresas.

Esta es solo una pequeña lista, aunque sabemos que la mayoría de los políticos mexicanos se aprovechan de su posición para robar y enriquecerse ilícitamente, aunque lo peor de todo es que creen que nos ven la cara de tontos, y que no nos damos cuenta de su “ratería”.

¿Para cuándo se hará justicia?

@TotalmenteProle