Hay un lugar dentro de las entrañas de la Ciudad de México, que se ha ganado a pulso el mote de “Barrio Bravo”, pero al mismo tiempo, ha influido de forma especial en la cultura de los mexicanos.

Cada vez que uno se dispone a visitar el barrio de Tepito, es normal escuchar las siguientes advertencias: “Con cuidado porque allá asaltan”, “Ahí hasta los perros traen puñal”, “Te van a quitar hasta los zapatos”, “Cuando vayas a Tepito no te lleves ni celular”.

Esta y otras miles de advertencias, que nos predisponen al momento de visitar uno de los barrios más representativos de la capital mexicana. Los tepiteños son víctimas de muchos estigmas y estereotipos que, finalmente, generan mucha curiosidad para el resto de la prole.

Tepito ha sido conocido como el barrio bravo, desde épocas prehispánicas, dicha zona está rodeada por una especie de frontera invisible, la cual no permite que cualquier extraño pueda entrar. Lo que hace a Tepito diferente a los demás barrios, es el hecho de que, aquellos que viven dentro, se protegen los unos a los otros, mientras que aquellos que son ajenos, simplemente no son del todo bienvenidos.

En tiempos de Porfirio Díaz, el barrio de Tepito reafirmó su título como uno de los barrios comerciantes más importantes de todo México, gracias a que muchos vendedores decidieron establecerse allí, continuando con la gran tradición comercial, que toda la vida ha representado al barrio.

Tepito es un barrio lleno de personas luchonas, independientes, que buscan alcanzar una mejor calidad de vida, mediante sus propios medios, sin la ayuda del gobierno ni de nadie. Los habitantes de Tepito están acostumbrados a construir sus propios hogares y sus propios negocios, al mismo tiempo que han establecido sus propias redes internas de comercio, las cuales están tan organizadas, que no tienen nada que envidiarle a las redes comerciales más sofisticadas.

El boxeo se ha convertido, por muchas razones, en una de las principales aspiraciones de los habitantes del Barrio Bravo; en su afán por defenderse a cualquier costo y por que se vieron obligados a sobrevivir dentro de estas calles, muchos de los boxeadores mexicanos más célebres de todos los tiempos, son originarios de Tepito. El “Ratón” Macías y el “Púas” Olivares, son solamente algunos de los nombres que llevan marcado a Tepito en su historia.

La piratería y la fayuca son el producto más comerciado por los tepiteños, quienes se han convertido en maestros del contrabando hormiga, usando desde maletas hasta trailers, para trasladar sus productos de un lugar a otro. No hay mejor lugar que este en todo el país, para conseguir todo tipo de cosas, aunque claramente siempre corres el riesgo de salir sin lo que compraste y sin dinero, debido a que los niveles de delincuencia dentro de este barrio, son bastante elevados.

Otro de los riesgos que uno corre al comprar algo en Tepito, es el de descubrir que todo lo que compraste es falso, aunque de menos, podrás presumir que conociste uno de los barrios más folclóricos y movidos de todo México.

La droga, los robos, la piratería, la inseguridad, y muchas otras cosas más, describen el ambiente del barrio de Tepito, y sin duda, ese será un estigma que será muy difícil de borrar en la memoria colectiva de los mexicanos.

@TotalmenteProle