La pobreza es catalogada como la enfermedad más mortal que existe en el mundo, debido a que, el no tener acceso a agua potable, un techo o una alimentación saludable, afecta de sobremanera la integridad física de los más de mil millones de personas que no cuentan con recursos, alrededor del mundo.

Las enfermedades infecciosas, como las pulmonares, diarreicas, el VIH/Sida y la tuberculosis, cobran muchas vidas en los países, en donde la población en su mayoría es pobre. El hecho de no tener acceso a medicamentos ni a espacios desinfectados, convierten este tipo de padecimientos en epidemias que afectan, sobre todo, a aquellos que menos tienen.

Cuando se es pobre, uno tiene que aprender a vivir en un ambiente que pone a prueba día con día a nuestros cuerpos; las mujeres y los niños menores de 14 años son quienes sucumben con mayor facilidad ante las enfermedades, además de que, en los países de bajos recursos, es común que las mujeres mueran al dar a luz a sus hijos, esto debido a que las complicaciones que se presentan con el embarazo y el parto, no pueden ser atendidas como se debe.

El cólera, las infecciones de las vías respiratorias, la tuberculosis, la malaria, el VIH/Sida, entre otros padecimientos, cobran año con año millones de vidas, en países pobres que se encuentran en diferentes continentes. África, Asia y América encabezan la lista de los que cuentan con mayor pobreza.

La desnutrición es otra “plaga” que invade a los más pobres. Según la OMS, alrededor del mundo hay 115 millones de menores de cinco años, que están por debajo de un peso saludable y por esta razón, muchos pierden la vida sin siquiera tener la oportunidad de crecer en un ambiente sano.

Curiosamente en México, durante los últimos años, se ha observado un fenómeno interesante; resulta que la pobreza ahora también está llevando a los individuos a desarrollar padecimientos como la diabetes, los cuales antes no estaban considerados dentro de este nivel socioeconómico. ¿Por qué sucede esto? Bueno, vivimos en un mundo en el cual lo que comemos cada vez está más procesado y lleno de azúcares y grasas, innecesarios para nuestro cuerpo, el problema es que, en muchas ocasiones, la comida chatarra es más fácil de conseguir y de pagar, razón por la cual, las personas de bajos recursos han empezado a consumirla en grandes cantidades.

La obesidad se ha convertido en otro de los padecimientos que ataca a los sectores más desprotegidos de la sociedad, debido a que dentro de los mismos, no hay información que los ayude a comprender el daño que le están causando a su cuerpo; además de que, en países como el nuestro, siempre será más fácil comprar una bolsa de papitas y un refresco, que seguir una dieta saludable.

Es obvio que los pobres son los que se llevan la peor parte, en cualquier problema social, pero es muy injusto que hasta el momento, nadie haya hecho nada para cambiar esto. Todos tenemos derecho a contar con comida, agua potable, espacios libres de suciedad y hospitales para tratar los problemas de salud, por eso, aún resulta increíble que en pleno siglo 21 se siga hablando de las “enfermedades de los pobres”.

@TotalmenteProle