Hace unas semanas, el internet estalló debido a que la reconocida escritora Elena Poniatowska, realizo declaraciones que fueron consideradas por muchos como agresiones directas hacia las mujeres indígenas.
Poniatowska mantuvo una charla en el ex-convento de Cuilapan de Guerrero, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO); la también periodista se encontraba rodeada de estudiantes del Colegio de Bachilleres, cuando decidió expresar su “humilde” opinión, referente a las mujeres juchitecas.
“Yo hice un libro sobre Tina Modotti, antecesora de Graciela Iturbide, que vino de Estados Unidos junto con el gran Edward Weston. Fue la primera que retrató a las juchitecas y eran todas bien delgaditas, así como ustedes, pero ella las retrató delgaditas y ahora las juchitecas que yo he visto, por la cerveza están bien panzonas, inmensas”. – Elena Poniatowska.
Como era de esperarse, Elena levantó un gran debate después de dar estas declaraciones; muchos la criticaron debido a que en años anteriores, incluso había utilizado atuendos hechos y regalados a ella, por mujeres juchitecas. Muchos otros lo tacharon como un acto de discriminación y otros, incluso, aseguraron que en realidad había dicho “panzonas y mensas”, juzgando el intelecto de las mujeres indígenas.
Otros pocos tomaron las declaraciones de la señora Poniatowska de forma diferente, y hasta aseguraron que las palabras de Elena no están alejadas de la realidad, ya que debido al alto nivel de desnutrición que se tiene en diversas comunidades, muchos mexicanos (incluidas las mujeres juchitecas) no llevan una alimentación adecuada y en algunos casos padecen de obesidad.
Lo que queda muy claro, es que para una escritora de su nivel, esta no era la forma adecuada para expresar su sentir ya que, en efecto, sus palabras resultan hirientes y caen en la discriminación; por otro lado, al ser una representante del movimiento liderado por Andrés Manuel López Obrador y MORENA, parece que Elena pudo haber pensado en otro tipo de términos para dirigirse a un grupo de personas, que la ha respaldado y reconocido en muchas ocasiones.
Es cierto que los niveles de obesidad en México actualmente se han disparado, aunque no debemos de culpar a la cerveza por ello, ni mucho menos al intelecto de las personas. En el país son muchos otros factores los que han desencadenado una elevada tasa de obesidad y desnutrición, pero claro, no es justo que una señora como Poniatowska se exprese de esa forma de mujeres trabajadoras, que hasta se tomaron la molestia de hacer un vestido para ella durante 2014, cuando recibió el Premio Cervantes por su obra “Hasta no verte Jesús mío”.
¿Cuándo aprenderemos a medir nuestras palabras y a respetar a los demás?