Interjet ya le está llenado el buche de piedritas a los mexicanos, al fisco y a todas las instituciones con las que tiene cuentas pendientes.
2019 ha sido un año muy duro para la compañía, luego de que se revelara que debe más de 700 millones de pesos al Servicio de Administración Tributaria (SAT) por concepto de al menos 4 años de impuestos no pagados.
Sumado a lo anterior resulta que la empresa está en su peor momento económico, registra pérdidas que superan sus ingresos, los empleados están inconformes con las condiciones de trabajo, sus aviones presentan fallas constantes, además de que ya se hizo famosa por dejar varados a los pasajeros con sus retrasos y cancelaciones.
Y ya para colmar el vaso, ahora resulta que Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (SENEAM) también le está demandando a Interjet el cobro de más de 116 millones de pesos por uso del espacio aéreo, mismos que tendría que haber sido cubiertos en agosto de 2019.
¿Cómo es que los mexicanos sí pagan impuestos cada vez que compran un boleto con esta aerolínea, pero la misma no cumple con sus obligaciones fiscales?
Sucede que en México los grandes empresarios están acostumbrados a no pagar impuestos, pues al menos hasta el sexenio pasado los gobiernos solían ser bastante condescendientes con sus amigos. La diferencia es que ahora el gobierno de AMLO se ha propuesto cobrarle a todos, sin importar el nombre.
Miguel Alemán Magnani, dueño de Interjet, ya puso en venta la compañía desde hace tiempo, aunque aún no logra conseguir inversionistas que tengan ganas de salvarle el barco.
La SENEAM debe notificar al SAT de los pagos correspondientes, pero de no haberlos Interjet podría sufrir fuertes sanciones que implicarían la suspensión de operaciones o el embargo de sus bienes.
Como usuarios de servicios aéreos, bien podríamos preguntarnos a dónde van a parar nuestros impuestos, o al menos a qué bolsillo, cada vez que le compramos un boleto de avión a Interjet.