El gobierno de México siempre anda alzándose el cuello con sus programas alimentarios y su perpetua intención (la cual siempre se queda en eso) de acabar con el hambre y la pobreza en el país, aunque la realidad es que, ni los programas ni sus “buenas intenciones” han provocado un cambio significativo para la prole, pues parece que cada vez estamos peor.
Lamentablemente en este país hay millones de personas que viven preocupadas por que la comida les rinda, y hay otras que simplemente no tienen que comer durante varios días. Esta es una afirmación respaldada por la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto en los Hogares, realizada por el Inegi en 2016; el resultado de esta encuesta es que México no es un país que esté erradicando la pobreza, si no que es una nación que repite un modelo que tiene como base la pobreza y la desigualdad.
Según los números del Inegi, 42.4% de los hogares en México, aceptan haber tenido la preocupación de quedarse sin recursos para comprar comida; en 8 estados, es el 50% o más de la población, quienes afirman sentir este temor. En Tabasco, 63.3% de la población tiene miedo de quedarse sin comer, mientras que en Oaxaca, el 60.4% se identifica con esta situación.
Para muchos el temor no es fortuito, porque tristemente, el miedo de quedarse sin comer se convierte en una realidad que tienen que soportar. 11.8% de los hogares en México afirman que se quedaron sin comer; si en el país hay un total de 33.46 millones de hogares, entonces son 3.11 millones de hogares los que se quedaron sin comer durante 2016.
Estados como Tabasco (30%), Oaxaca (18.6%), Sinaloa (16.6%), Sonora (16%), Veracruz y Guerrero (14.7%), Michoacán (13.6%), Hidalgo (13.5%), Colima y Chihuahua (13.3%), Nayarit (13.2%), Baja California Sur (13%), Chiapas (12.6%) y Tlaxcala (12.2%), ven la estadística de hogares sin alimentos arriba del promedio, a pesar de que muchos de ellos son líderes productores en carne y otro tipo de alimentos.
Además de estos datos, hay otro que llama la atención y que es bastante común en México: en promedio a nivel nacional, 13.9% de los adultos señalan que, al menos una vez se ha quedado sin desayunar, comer o cenar, por no contar con dinero para conseguir alimentos o simplemente porque prefieren que el resto de su familia consuma algo, antes que alimentarse ellos mismos.
Los adultos la sufren, de eso no tenemos duda, pero también hay millones de niños en México que viven con hambre y que no tienen acceso a una dieta balanceada que les permita desarrollarse física y mentalmente. En 2016, había al menos 10.75 millones de hogares con menores de 18 años, en los que se tuvieron problemas para satisfacer las necesidades nutricionales y alimentarias.
8% de los hogares en México, tienen alguna niña o niño que en alguna ocasión dejó de comer durante todo un día o comió sólo una vez por día. ¿Pueden creer que le estemos haciendo esto al futuro de México?
Como pueden ver, la situación económica y alimentaria en México anda por los suelos, aunque son pocos los gobernantes o las organizaciones que realmente lo aceptan.