¿Cuántas veces has soñado con comprarte un carrito nuevo para dejar el cacharro que manejas desde hace 20 años? ¿Acaso eres de los que sueña todos los días con dejar de viajar en transporte público para disfrutar de tu propio vehículo?
En México es cada vez más difícil hacerse de las cosas, y esta crisis no exime a los autos, ya que actualmente es muy complicado adquirir un carrito; nuestra nación se ubica entre los países más caros para la compra de vehículos en todo el mundo, esto debido a todos los pagos que se tienen que realizar como la tenencia y al deprimente poder adquisitivo con el que contamos.
A pesar de que muchas franquicias que venden automóviles han facilitado créditos, y alternativas para hacerse de uno, todos los gastos “extra” que se imponen en México al tener un carro, simplemente no nos permiten ni siquiera pensarlo.
A pesar de que muchos expertos aseguran que la tenencia y otros impuestos podrían eliminarse, para así facilitar la compra y mantenimiento de vehículos, el gobierno de México no lo ha tomado en cuenta, sino que hasta han elevado estos costos.
Si un consumidor compra un auto de 200 mil pesos, la tenencia a pagar se aproximará a los 6,000 pesos anuales; así que si deseas utilizar el mismo vehículo por cinco o seis años, terminarás pagando más o menos 40 mil pesos más por el impuesto, lo que equivaldría a 20% del precio original del auto.
Si a esto le sumamos otros gastos, como la gasolina que no deja de subir, las multas, verificaciones y mantenimiento del vehículo, podemos deducir fácilmente que no cualquiera puede darse el lujo de comprar un automóvil en México, ya que simplemente los sueldos no dan para mantenerlo.
En décadas anteriores, el sueño de cualquier joven era hacerse de un vehículo, pero actualmente esto es casi imposible y el gobierno no ayuda para nada a revertir esta situación. Es cierto que en México el tráfico es insoportable y suena hasta tonto el pensar en la posibilidad de que se adquieran más automóviles, pero todos deberíamos tener la oportunidad de adquirir un vehículo para facilitar nuestros traslados, debido a la poca eficacia de nuestro transporte público.
¿Realmente deseas comprar un vehículo? Checa nuestras claves para determinar si cuentas con los recursos necesarios para hacerlo:
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Realiza primero un presupuesto y calcula tu capacidad de pago.
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Compara lo que gastas actualmente en transporte, con todo lo que te costaría mantener un automóvil.
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Selecciona el modelo que más convenga a tu bolsillo (no tienes que comprar un carro de lujo, muchas veces es mejor un auto sencillo para gastar menos).
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Tienes que analizar bien las opciones que tienes para adquirirlo: créditos, arrendamiento financiero, autofinanciamiento, etcétera.
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Toma en cuenta la cantidad que tienes disponible para el enganche.
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Y finalmente… ¡no compres, nada más por gastar dinero a lo “güey”!