¿Quién no ha vivido momentos de angustia en el súper, cuando llegas a la caja y tienes que ir sacando cosas de tu carrito para no pasarte del presupuesto que tienes?
Los mismos supermercados han implementado alternativas para que la prole pueda comprar más productos y al mismo tiempo, ellos como empresa, ganar más dinero. Una de estas opciones son los productos de marca libre, artículos que se venden bajo la marca del mismo supermercado y que son considerablemente más económicos que los de otras marcas.
Un producto de marca libre es aquel que proviene de una empresa A, la cual vende su excedente a una marca B, para que esta la comercialice bajo el nombre del supermercado; con esta opción se ahorran mucho dinero en gastos de producción y publicidad.
En otras ocasiones, una empresa fabrica directamente para el supermercado, para así asegurar que el artículo nunca se agote en el punto de venta. Es por esta razón que tenemos acceso a productos similares a los de “marca”, esto a un precio considerablemente más bajo, hasta en un 44%.
Productos de limpieza, artículos de bebé, artículos de higiene personal y hasta alimentos, se encuentran dentro del catálogo de productos de marca libre; de la misma forma, artículos como el café, té, legumbres y enlatados, también constituyen una gran oportunidad de mercado para este tipo de productos.
Desde hace algunos años, la prole ha consumido cada vez más los productos de marca libre; de hecho, en México, ocho de cada cien pesos que se gastan en supermercados, están destinados a productos de marca libre.
De hecho, algunos supermercados, incluso han creado diferentes divisiones para clasificar sus productos en premium o gourmet, para así provocar que los consumidores generen un lazo o vivan una experiencia con la marca y sus propios productos. Hay casos en los que los productos de marca libre ya no constituyen una alternativa más económica, si no que llegan a ser más caros que aquellos de marcas reconocidas.
A pesar de que muchas personas aún piensan que los productos de marca propia están destinados para individuos de un nivel socioeconómico medio–bajo, últimamente personas de todos los estratos sociales buscan invertir bien su dinero y aprovechan las buenas críticas de los productos de marca propia, así como en algunos casos, los precios más bajos que éstos tienen.
Actualmente las cadenas de autoservicio obtienen ganancias que fluctúan entre el 15% y el 20%, por la venta de las marcas de los grandes fabricantes, mientras que por la venta de sus propias marcas, obtienen entre un 25% y un 40%.
Como pueden ver, la prole tiene varias opciones para comprar en el súper, aunque claro, también tenemos la opción de hacer nuestros propios productos caseros, cuando de plano no nos alcanza para ¡nadita de nada!