Nacionales

Frente a Mancera y Wallace, dos personalidades con prestigio e independencia, Paredes queda como una política que viene de la vieja guardia del PRI, de los que llevan muchos años medrando con el poder.

El Universal publicó ayer una encuesta telefónica levantada el 17 de enero. Mancera obtiene el primer lugar en las intenciones de voto con 36 por ciento. En segundo lugar se encuentran empatados Wallace y Paredes con 23% de las preferencias. No sorprende que el ex procurador capitalino lidere en las encuestas. Al fin y al cabo es el candidato del partido gobernante en el DF y delfín de un jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, que ha tenido una gestión gubernamental exitosa.
Lo interesante es que, el solo anuncio de que Wallace irá como candidata del PAN, la catapultó a empatar en el segundo lugar de las preferencias con Paredes. Y resulta que a Beatriz prácticamente ya la conocen todos los capitalinos (94%), mientras que Isabel tiene todavía camino que recorrer, ya que su reconocimiento de nombre es de 75% en el DF. No sólo eso: 43% de los defeños tiene una opinión positiva de Paredes y 23% una negativa. Su saldo neto es de más veinte. Wallace, en cambio, tiene 54% de positivos y 14% de negativos, una diferencia de más 40, el doble que la priista.

En las encuestas, es evidente que las candidaturas de Mancera y Wallace han gustado. En este sentido, Paredes se rezagó y estaría arrancando, en el mejor caso, empatada en segundo lugar, en el peor, en el tercero. ¿Cómo podría revertir Paredes esa tendencia? ¿Vendiendo la idea de que es una política de experiencia cuando viene del viejo régimen autoritario?

Ayer, en una entrevista, le preguntaron a Wallace, por ejemplo, cuál era su experiencia para gobernar. Dijo que no la tenía, ni para robar ni para mentir ni para transar, una respuesta mañosa, pero inteligente que puede pegar en el electorado independiente.

El escenario electoral se ha complicado para el PRI en el DF. Lo que parecía “color de rosa” hace unas semanas hoy se ve pintado de negro. Lo peor para los priistas es que esto podría tener un efecto negativo para su candidato presidencial. Porque imaginemos la inevitable foto de Peña levantándole la mano a Paredes. Con razón, muchos se preguntarán si ese es “el nuevo PRI” que está tratando de vender Peña.

¿El “nuevo PRI” de una mujer que respondió un informe presidencial a López Portillo? ¿El “nuevo PRI” de una política tan identificada con el “viejo PRI”? ¿El “nuevo PRI” de una dirigente nacional que dejó que su partido penalizara el derecho de las mujeres a interrumpir el embarazo para, después del hecho, decir que ella está a favor de este derecho?

El PRI se equivocó en el DF. Debió haber lanzado a un candidato con un perfil más ciudadano, más independiente y más joven. Porque, a final del día, Paredes, frente a Mancera y Wallace, no se ve como un opción atractiva para gobernar la capital.”
Zócalo   Saltillo

De   Política y Cosas Peores – Armando   Fuentes Aguirre «Catón»

Error grave

En error grave, creo, incurrió el PRI al enviar a Beatriz Paredes a la contienda por la jefatura de Gobierno del Distrito Federal. Lucha desesperada se antoja ésa para la destacada priísta. El DF es el bastión más fuerte del PRD; las diversas tribus perredistas mantienen sobre la Capital un control férreo que hoy por hoy parece imbatible. Además hay una buena idea en general sobre la administración hecha por Marcelo Ebrard, de modo que aquí no operará ningún voto de castigo, y no es posible esperar que los capitalinos busquen un cambio radical. Beatriz Paredes es una personalidad de la mayor importancia para el PRI. El riesgo que asume es considerable, y muchas las probabilidades de fracaso. La dirigencia priísta, juzgo yo, debió haber pensado en una figura de menor relieve para exponerla a descalabro tal. Un fracaso del PRI en el DF impactaría mucho a Peña Nieto, y, según se ven las cosas ahora, esa derrota se ve difícil de evitar…

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