Existe una verdad dentro de nuestra sociedad mexicana, y esa es que, aquellos que pertenecen a la clase media, irremediablemente se verán afectados por los problemas sociales, económicos y gubernamentales que se presentan en este país.
Los pobres no tienen nada que perder; los ricos tienen millones guardados, por lo cual es complicado que los problemas externos los afecten significativamente. Eso deja a la clase media como el blanco de todos los problemas que se presentan en el país; los miembros de este sector social, pueden ver cambios significativos en su estilo de vida, cuando las instituciones gubernamentales no logran controlar las consecuencias de diversos sucesos.
Los hogares de clase media en México, trabajan mayoritariamente en zonas urbanas; un miembro de este sector gana entre 10 y 30 dólares al día (entre 190 y 570 pesos), lo cual es suficiente para evitar la pobreza, pero no es suficiente para volverse rico a corto o largo plazo.
Durante el año 2000, existían en el país 9.1 millones de hogares pertenecientes a la clase media, actualmente dicha cifra supera los 15 millones de hogares, los cuales tienen un ingreso anual promedio de 20,000 dólares (poco más de 300,000 pesos).
Gran parte de sus ingresos están destinados a gastos como transporte, ropa, entretenimiento (restaurantes, bares, ocio) y educación.
Lo que hace a la clase media un tema digno de discutirse, es el hecho de que es susceptible a cualquier impacto en sus ingresos, ya sean impuestos, deudas o cualquier tipo de imprevisto. Es por eso que al mínimo movimiento en las finanzas del país, los miembros de este grupo social son capaces de ver un impacto en su economía familiar y personal.
Un ejemplo muy sencillo es el aumento en los combustibles, en el transporte público y en los servicios básicos como la electricidad. Pensando en el aumento a la gasolina, la clase media lo resintió más, ya que los pobres, mayoritariamente no cuentan con auto propio y los ricos, ni siquiera necesitan saber la cantidad que pagan por un simple tanque de gasolina; los que estamos en medio, sin embargo, sufrimos directamente el más mínimo aumento, porque nos empieza a condicionar en muchos aspectos.
En resumen, toda decisión que toma el gobierno, termina afectando a la prole que pertenece a este nivel socio económico, el cual es catalogado como el más inestable, ya que resiente cualquier cambio, aunque sea insignificante.
Por otro lado, el nivel de gasto de la clase media mexicana, representa una tercera parte de la economía nacional, convirtiéndose así en uno de sus motores. La mayoría de los individuos que la conforman son profesionistas, comerciantes, empleados, burócratas y académicos, personas normales que trabajan día a día para ganarse el pan, y también para obtener la posibilidad de darse algunos “lujitos”.
La mayoría de la prole sueña con tener la oportunidad de adquirir su propia casa, un carro, o alguna otra propiedad, aunque dentro de la clase media, para hacerse de este tipo de cosas se tiene que pensar perfectamente, ya que estamos sujetos a las consecuencias que acarrean las decisiones de otros sectores de la sociedad y del gobierno.
La pregunta es: ¿esto cambiará alguna vez?