La pandemia nos ha enseñado a la mala muchas cosas, entre ellas a ser precavidos en los asuntos económicos, pues el dinero siempre hace falta para enfrentar emergencias. En ese sentido, resulta excelente idea tener dos empleos o dos fuentes distintas de ingresos.
En México, un estudio reveló que 3 de cada 10 personas trabajan en más de un lugar a la vez, es especial los adultos jóvenes de 25 a 35 años. Es evidente que esta situación tiende a darse a causa de la precariedad de los sueldos ofrecidos por las empresas: se obliga a los empleados a buscar otra fuente de ingresos que les dé mayor estabilidad económica o que les proporcione un extra para afrontar imprevistos.
Sin duda, es conveniente tener dos empleos, ya que ganas más dinero y adquieres experiencia laboral de dos lugares distintos; pero también debes tomar en cuenta que deberás pagar impuestos y seguro de ambos empleos; a su vez, tendrás menos tiempo libre por tener que realizar más actividades laborales y, por ende, tu productividad decrecería.

No obstante, hay algunas maneras de enfrentar dichas desventajas, por ejemplo, podrías tener un empleo formal, con prestaciones y al que le dediques más tiempo, y otro informal, donde explotes alguno de tus talentos y sólo le inviertas los fines de semana; como dar clases, vender productos artesanales, ser freelance, etcétera.
Igualmente, podrías trabajar a la par en un proyecto independiente que tú dirijas: un emprendimiento que lleves a la par de tu empleo a fin de hacerlo crecer mientras se vuelve tu sustento económico principal.
Hay diversas formas de tener dos ingresos económicos sin morir en el intento, mas debes conocer tus límites, no descuidar ningún empleo y hacer todo conforme a la ley para evitar inconvenientes.
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