Un kilo de limón a $80, la pechuga de pollo en $95, el jitomate a $60, la carne de res a $180… Pequeños ejemplos cotidianos de la inflación y sus efectos en la canasta básica de la prole.
Todos escuchamos frases como “Ya todo está bien caro por la inflación”, “La inflación está mucho peor ahora”, “Maldita inflación”, pero ¿qué es la inflación? A grosso modo, es un fenómeno económico que genera el aumento desordenado de los precios de la mayoría de los bienes y servicios, esto ocurre por un periodo de tiempo prolongado.
Este fenómeno inflacionario afecta a todos, sí, también a los ricos, pero quienes sufrimos más somos nosotros los pobres. El dinero ya no nos rinde como antes porque gastamos más en las mismas cosas, las rentas tienen a subir, se vuelve imposible ahorrar y debemos recortar gastos para poder acceder a la canasta básica, mínimo.
Hay métodos para burlar un poco las crisis de la inflación, pero dichas estrategias no están al alcance de personas como nosotros: los bienes raíces también aumentan de precio ante dicha situación, por lo que venderlos en temporada inflacionaria resulta muy redituable, ya que las ganancias se disparan. No obstante, es evidente que los menos favorecidos de la sociedad no tenemospropiedades para poner en venta, apenas si podemos pagar una renta.
A su vez, los economistas recomiendan invertir en criptomonedas para tener un respaldo contra la inflación, pero parece ser un asunto algo complejo, además de que, como prole, solemos tener nuestro dinero en efectivo…
De igual forma, la inflación genera el aumento de los precios de otros activos como los autos, tanto nuevos como usados, por lo tanto, podríamoss aprovechar para vender nuestro auto y obtener por él una buena suma de dinero. Empero, ésta parece una solución poco favorable.
En fin, lo que tratamos de demostrar es que los fenómenos económicos, como la inflación, siempre terminarán por afectar más a los pobres. Nos agarran desprevenidos y con ahorros nulos, con más gatos y con deudas infinitas.
Fuente:
Totalmente Prole 