Vivimos en un mundo capitalista, donde la competencia es fomentada y las ganancias son la prioridad sobre todo lo demás. En este mundo la aspiración juega un papel importante para fomentar el crecimiento económico.

La aspiración es parte clave para que el sistema capitalista funcione, la gente escuchará la historia de una persona que empezó desde abajo y a base de esfuerzo logró crear un imperio. Gracias a esas historias la gente buscará replicar dicho éxito con sus propias ideas, generando trabajos y ganancias.
En países como Hong Kong, Singapur, Corea del Sur, Suiza y Chile este tipo de pensamiento domina a gran parte de la sociedad, haciéndolas sociedades ultra competitivas.
Gracias a su búsqueda por mejorar han logrado brillar en sus sectores, volviéndose en un ejemplo para otros países sobre cómo pueden esforzarse y trabajar muy duro para obtener ganancias mayores.
Aunque esta premisa parece ser muy atractiva para la mayoría, también se ignoran los riesgos de querer mejorar siempre y vencer a otros. Si bien, no se puede negar que intentar ser mejor no está mal, el problema es cuando no existe un límite a estas aspiraciones.
En países como Corea del Sur, la necesidad de ser mejor y subir de nivel socio económico ha causado que miles de personas trabajen tanto que debido al agotamiento, fallecen.
Igualmente, debido a la alta competitividad y la ambicion de muchos, un rechazo a la universidad elite que deseaban puede desencadenar el suicidio de estudiantes que no pueden soportar ver su ambición destruida.
La ambición es un arma de dos filos, pues te impulsa a trabajar duro y llegar lo más lejos que se pueda, buscando una constante mejora que te puede beneficiar, pero también es posible que se convierta en una obsesión, donde un pequeño revés puede traer enormes consecuencias.
Fuentes
https://cnnespanol.cnn.com/2018/11/06/corea-sur-trabajo-morir-pueden-recuperar-sus-vidas/