Ser una minoría y tener una orientación sexual distinta a la heteronormativa, no sólo afecta la obtención de derechos, también daña tus percepciones económicas.

De acuerdo con Louise Cord, del Banco Mundial, “la inclusión social es importante para que haya prosperidad compartida. Sin embargo, los gays, lesbianas, bisexuales y personas transgénero siguen excluidas en muchas sociedades”.
Si bien la homosexualidad ya no es considerada un delito en Latinoamérica y existen sitios que permiten el matrimonio del mismo sexo, al igual que las adopciones homoparentales, lo cierto es que aún no cuentan con los mismos derechos que las parejas heterosexuales.
De la comunidad, la población que se ha visto más afectada ha sido las personas transgénero, ya que debido a su cambio de sexo reciben rechazo por parte de empresas y las personas con las que se encuentran laborando.
Un gran porcentaje de la población transgénero se ve obligada a recurrir a la prostitución para subsistir, al encontrar muchos obstáculos para ser reconocidos por su nuevo sexo y por la discriminación en general.
Durante la crisis sanitaria causada por el Covid-19, las desigualdades que sufría la comunidad se volvieron más evidentes; personas transgénero fueron discriminadas en Panamá cuando se aplicaba cuarentena con criterios de género.
Además, el cierre de bares y antros causó que miles de personas de la comunidad LGBTQ se quedaran sin empleo, dejándolos desprotegidos económicamente al no recibir apoyos por parte del gobierno.
A pesar de que los avances que han logrado la comunidad LGBTQ+ son muy grandes, aún queda mucho trabajo para desaparecer la discriminación en Latinoamérica sobre este grupo.
Se requiere de la voluntad del Estado para acabar con la discriminación y documentar toda la información sobre esta comunidad que durante muchos años ha vivido en las sombras.
Fuentes
https://www.hrw.org/es/news/2021/02/24/pandemia-y-personas-lgtb-lucha-integral-contra-la-desigualdad