Dime dónde te pasas cuarentena y te diré qué tan pobre eres

El 2020 fue uno de los peores años para la humanidad en términos sanitarios, sociales y económicos. Uno de los retos más difíciles contra el que tuvimos que enfrentarnos fue la cuarentena, el confinamiento atemporal que debimos guardar para que el virus que imperaba afuera no nos alcanzara ni a nosotros ni a nuestros seres queridos. Sin embargo, como en muchas actividades y estados de la vida cotidiana, esta experiencia no fue vivida de la misma forma por todos los seres humanos.

Durante estos complicados momentos, hubo quienes gozaron de una privilegiada estancia en diferentes zonas exclusivas alrededor del mundo. De entrada, las miles de personas que viven al día, que tienen que abrir y ofrecer sus productos al público para poder llevar el sustento económico y material a sus casas, no han podido mantener una cuarentena “estricta”, y los que lo han hecho o cuando la han mantenido, lo han llevado a cabo en sus localidades con bastantes precariedades y deficiencias estructurales.

Una de las principales tendencias en redes sociales de las personas de la clase social alta a nivel mundial fue la publicación de fotografías y contenido audiovisual en las que se les veía en diversos destinos turísticos y zonas residenciales con todos los equipamientos, salas de diversión, piscinas privadas y gimnasios personales. En Instagram, por ejemplo, se pudo observar un crecimiento considerable del hashtag #Covid19 en el que, más que ostentar información útil respecto al padecimiento, surgían imágenes de personas vacacionando en sus casas de verano o rediseñando sus residencias a manera de pasatiempo, poniendo en riesgo a todas las personas que trabajan para ellas.  

De acuerdo con diversos estudios, uno de los conflictos generados a partir del confinamiento fue la proximidad que teníamos con las mismas personas. Esto evidenció la necesidad de poseer un cuarto, un espacio propio en el que cada individuo pueda desarrollarse de manera plena sin “rendirle cuentas” a nadie. Lo que estos análisis no consideraron fue que más de un tercio de la población latinoamericana no cuenta con un domicilio con más de dos cuartos principales por cada 5 habitantes; en otras palabras, no han podido tener privacidad durante los casi 10 meses que ya casi alcanza la cuarentena.

De acuerdo con la investigación titulada “Mortalidad por Covid-19 en México. Notas Preliminares para un Perfil Sociodemográfico”, en la nación mexicana, cerca del 80% de las muertes han sido de ciudadanos pertenecientes a la clase social baja, cuya vulnerabilidad hace ver que en México existe una brecha socioeconómica de desigualdad muy marcada, y una que influye mucho durante estos difíciles momentos sanitarios.

No cabe duda que estos datos evidencian la precariedad y brecha desigual que se vive en diversos puntos del mundo, sobre todo en una zona tan vasta como Latinoamérica en la que existen muchos pobres. Esto ha sido, históricamente, uno de los conflictos menos atendidos y que está situación tan difícil respecto al Covid-19 desenmascaró.  

@TotalmenteProle

Fuentes:

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