La crisis sanitaria causada por el Covid-19 ha traído como consecuencia que millones de personas mueran, otras pierdan su trabajo y que la pobreza en el mundo aumente. El resultado es que millones de niños se encuentran en condiciones de mendicidad, o dicho de otra manera, deben pedir limosna para sobrevivir.

De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), en 2016 el 52.1% de los niños y adolescentes sufrían de pobreza en el país, es decir había 20.7 millones de personas entre 0 y 17 años que no tenían ingresos suficientes para tener una vida digna.
Las razones de esta situación son varias, pero las que tienen mayor impacto en México son el lugar en donde vive el infante, la etnia con la que se identifica y las personas que componen su familia. Generalmente los niños que nacen en una familia pobre, suelen perpetuar su pobreza.
Esta situación trae como consecuencia que no se les pueda proporcionar a los niños servicios necesarios para su desarrollo, como educación, atención sanitaria, agua potable, alimentación y seguridad. En los casos extremos, la pobreza infantil puede llegar a tal punto en el que el niño pierda la vida.

A partir de la pandemia, muchas de las familias que no contaban con servicios de electricidad en sus hogares se vieron imposibilitadas de darle acceso a la educación a sus hijos.
Existen muchas historias de niños en México que, debido a la pandemia, tuvieron que abandonar sus estudios y trabajar para apoyar a su familia. Además, los apoyos escolares que se daban a los niños quedaron suspendidos dejando a loos infantes con necesidades insatisfechas y en riesgo.
De continuar la situación, es muy probable que la deserción escolar aumente y el acceso a necesidades básicas sea imposible para millones de niños, niñas y adolescentes, dejando al futuro de México pendiendo de un hilo.
Fuentes
https://www.24-horas.mx/2020/11/16/advierten-crecimiento-de-mendicidad-en-menores/