El Covid-19 llegó a nuestra vida obligándonos a hacer un cambio en nuestra rutina y ya nada es lo mismo. De pronto y sin esperarlo, pasamos casi todo el día en casa realizando nuestras actividades cotidianas, con nuestras parejas y el tiempo extra es el pretexto perfecto para acurrucarse al lado de la persona amada.
Por la razón anterior se teme que en 9 meses el número de niños nacidos crezca de manera importante. Tiempo atrás en 1965, en Nueva York, sucedió un gran apagón que duró 24 horas y que dejó como consecuencia una gran cantidad de nacimientos, es por este antecedente que se teme por otro Baby-Boom: a causa del distanciamiento social.
De suceder lo previsto, se provocaría una gran crisis, pues una gran parte del mundo en aislamiento. Si esto llegara a pasar, nos llenaríamos de nacimientos en diciembre del 2020 y enero del 2021, lo que aumentaría significativamente la población mundial.
Pero ante la incertidumbre que se vive día con día no es lo más recomendable, pues con un mes de confinamiento en el país aún se desconocen las consecuencias económicas que puede traer y la duración de esta pandemia. En cualquier momento la situación puede empeorar saturando los hospitales de contagiados, lo que podría causar que la atención durante el embarazo no sea segura.
De igual forma, tenemos como antecedente la fase 2 de la epidemia en donde miles de trabajadores fueron despedidos y sus familias se vieron afectadas. Aún no sabemos si con el incremento de la crisis también aumenten los despidos.
Por estas razones, lo más recomendable es esperar para poder concebir; una vez que pase toda la situación provocada por el Coronavirus, podremos ver con más claridad el panorama del país en los sectores de economía y salud para poder tomar una decisión responsable sobre nuestra reproducción.
Fuente:
Totalmente Prole 