El Coronavirus ha llegado a cambiar nuestra rutina diaria, ahora todas las actividades que estábamos acostumbrados a realizar en público las hacemos en nuestra casa encerrados. Desde la llegada de esta nueva enfermedad, las escuelas fueron de las primeras instituciones en evitar la acumulación de personas para frenar el esparcimiento del Covid-19.
Ahora a través de la tecnología se busca que millones de estudiantes puedan seguir su aprendizaje desde su hogar y sin correr riesgos.
En México se estima que sólo el 57% de la población tiene acceso a Internet y la población que no cuenta con este acceso corresponde a la menos afortunada del país. Esto es un balde de agua fría para la situación actual de la nación, ya que muchos estudiantes acudían a cibercafés o al aula de cómputo de su escuela para poder realizar sus tareas y proyectos, pero con la situación hoy en día no hay lugares de renta de computadoras abiertas, por lo que millones de alumnos se verán afectados y podrían incluso abandonar la escuela.
Los alumnos que viven en situación de pobreza no tienen la responsabilidad de las circunstancias por las que el país atraviesa, sin embargo, ellos son los que sufrirán los daños colaterales. Las instituciones educativas no han pensando en alguna solución que permita seguir con sus estudios a quienes no cuentan con acceso a Internet.
El sector educativo atraviesa por un gran reto, pues tiene que demostrar que somos una sociedad preparada para trabajar a favor del aprendizaje y de manera autodidacta; el mayor reto al que se enfrentarán será la regularización de los alumnos en cuanto se pueda regresar a las aulas y lograr que exista la mínima deserción escolar por culpa de la falta de oportunidades y acceso a Internet.
Fuente: https://ibero.mx/prensa/contingencia-de-covid-19-convertira-brecha-digital-en-brecha-de-aprendizaje
Totalmente Prole 