A veces queremos hacer todo por cambiar y mejorar el medio ambiente, desde tirar la basura en los contenedores pertinentes hasta apoyar causas sin fines de lucro que beneficien al planeta, pero la pobreza es un factor de impedimento que provoca el no poder hacer nada. Y es que en el mundo existe una mayor cantidad de prole que de ricos o gente con sustento para vivir bien.

Ya sea por problemas económicos, situaciones políticas, falta de suministros o empleos, la pobreza genera contaminación a escalas mayores. En una región donde la gente tiene que salir a conseguir sus alimentos todos los días, la mayoría metidos en bolsas de plástico y envases, aumenta la deforestación de bosques, la contaminación del aire y los residuos nocivos en los mares. Estos podrían ser factores que todos generamos, pero la prole aún más por no tener los recursos que subsidien una alimentación con vegetales orgánicos y no procesados, carros eléctricos para evitar los efectos de gases invernaderos, paneles solares para reducir el consumo de petróleo y otras cosas.

Lamentablemente muchos factores impiden que la prole pueda ayudar al planeta, pues las condiciones en las que vive sólo le dan para subsidiar los gastos con productos hechos en fábricas.

La educación tiene mucho que ver dentro de los problemas a tratar, pues una enseñanza digna provee el conocimiento suficiente para que los jóvenes entiendan el impacto de una alimentación industrializada y cómo eso impacta en el medio ambiente.

Fuente: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo

 @TotalmenteProle