En México siempre se han remarcado las clases sociales denigrando a los que menos tienen, o sea a la prole, la cual se lleva todo lo malo, ya sea en empleos, vivienda, educación y muchas cosas más.
En los últimos años la clase media mexicana ha dejado de desaparecer para fusionarse con la clase baja, dando pie a una nueva clase social aún más marginada, la extrema pobreza.
En 2012 la prole aumentó en las localidades urbanas afectando a 36 millones de personas y con estos datos se nos da a conocer que el aumento de las personas en situación de calle va de mal en peor, pues el estimado encuentra entre los 53 millones.
Esto sin duda ha cobrado importancia para el gobierno y de la sociedad, pues en estos últimos años, México ha tenido un aumento considerable en la población, en pocas palabras muchos burros para pocos elotes.
Hoy día poco más de la mitad de la población tiene ingresos inferiores a la línea de bienestar que representa el valor de una canasta de bienes (56 servicios básicos). EL Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) afirmó que 43 millones de proles no tienen ni para la canasta básica.
Estos datos parecen un mal chiste del gobierno si vemos que la prole vive en un país con una reserva millonaria, ingresos petroleros de 20 años de casi mil millones de dólares, de los que una buena parte se la llevan a la bolsa los burócratas.
El panorama es desolador, ya que la oportunidad de encontrar trabajo es muy baja, lo mismo que para ingresar a la educación superior pública.
Anteriormente se creía que para mejorar tu vida tenías que saltar el charco o la valla que nos divide con Estados Unidos, pero eso ya no es posible, pues con las fuertes leyes impuestas por Donald Trump se ha hecho imposible vivir el sueño americano sin papeles.
La pobreza es un tema fuerte de tratar, pues los jóvenes al no tener suficientes oportunidades laborales optan por unirse al crimen organizado, trayendo más problemas que beneficios al país. “De que sirve que estudie, si no hay chamba cuando salgo de la escuela”.
Fuente: La Prensa
Totalmente Prole 