¿Por qué será una costumbre de todos los gobiernos vernos la cara?, ¿pensarán que no sabemos nada de leyes?
En torno al tema de Emirates Airlines y su probable entrada a México, resulta que el gobierno de Enrique Peña Nieto, de la mano de José Antonio Meade, entonces secretario de Relaciones Exteriores, ya había dado luz verde a este hecho desde que en 2015 se firmara un convenio con el gobierno de Emiratos Árabes Unidos para permitir que operaran rutas de ese país en territorio mexicano. El asunto fue firmado en abril de 2015 por la Cámara de Senadores.
De acuerdo a los documentos existentes, ese país puede traer pasaje de otro país, hacer escala en México y llevar más pasaje a otra nación. Esto daría por hecho que Emirates Airlines puede abrir su ruta Dubái-México-Barcelona.
El tema también es que este acuerdo fue firmado por Rodrigo Planas, entonces director general adjunto de Transporte y Control Aéreo Aeronáutico de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), quien no tenía facultades legales para firmar algo así.
Expertos dicen que siendo así el acuerdo es ilegal, pero bastaría con que se volviera a firmar en las condiciones adecuadas para tuviera toda la legalidad necesaria.
En 2019 los senadores de Morena se pronunciaron en contra de la entrada de Emirates, toda vez que se observa un proceso plagado de corrupción y acuerdos políticos por debajo del agua, y además se pone en juego la estabilidad de las aerolíneas mexicanas que ya tienen esa ruta cubierta.
Emirates Airlines es una aerolínea con subsidio del gobierno emiratí, sus costos de operación son cubiertos por completo y eso le permite dar precios bajos en sus viajes. ¿Cómo competiría una aerolínea mexicana con un monstruo de ese tamaño?
Aeroméxico, con más de 16 mil empleados, lleva la ruta México-Barcelona y se vería en posibilidad de cerrarla si Emirates llega a invadir ese terreno.
La lista de tretas sucias del gobierno de Peña Nieto es larga, no paran de salir los trapos sucios y las terribles consecuencias de un sexenio plagado de corrupción.
Esperemos que se imponga la voluntad de los legisladores de Morena y no se permita esta clara competencia desleal que golpearía directo a la industria aérea nacional.