Detrás de un gran paraíso turístico hay una gran colonia marginada, sobre todo porque es algo de lo más común, al menos en México.
Varios de los paraísos turísticos donde se hacen más evidentes los contrastes entre ricos y pobres son Los Cabos, Acapulco y Vallarta, entre otros, y este es un tema que bien o mal se ha abordado constantemente en el gobierno.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha expresado que no quiere que existan paraísos turísticos con colonias marginadas. “Nos importa mucho el turismo y hay que cuidarlo, porque es una actividad que no sólo genera riqueza sino distribuye la riqueza, porque del turismo viven trabajadores de hoteles, taxistas y trabajadores de la construcción”, añadió.
Y es que el gobierno desea que los contrastes entre las zonas de hoteles lujosos, playas y servicios exclusivos, con las zonas que no poseen absolutamente nada de esto terminen. Incluso el secretario de Turismo Federal, Miguel Torruco Marqués, también realizó afirmaciones que van de acuerdo a lo anterior, pues buscan garantizar derrama económica que permee a toda la población sin que existan estos contrastes ofensivos y en vez de eso sean una fuente de inversión.
Incluso hay intenciones de no sólo eliminar las diferencias, sino también atraer turismo internacional y de otros mercados. Por ejemplo, la presencia de un Tianguis Turístico que cuente con delegaciones como Rusia, China e Italia en donde se busca incrementar la economía y el gasto per cápita de los turistas con nuevos productos.
Por supuesto que “del dicho al hecho hay mucho trecho”, porque no es nuevo que se expresen buenas intenciones y que incluso se presenten programas e iniciativas contra la marginación de los pobres.
Se deberá dar seguimiento a estas acciones de parte del gobierno para ver si realmente se dan los resultados deseados.
Totalmente Prole 