Todos hemos comprado alguna vez un producto pirata, y no se atrevan a negarlo. Muchas veces, parece que comprar piratería está grabado en el ADN de los mexicanos, y también en el de otras culturas, como los chinos.
¿Pero alguna vez se han puesto a pensar, en el impacto económico que la piratería tiene en las marcas?
Sabemos que siempre es más fácil parecer que ser, y que cuando vemos un producto de lujo, inevitablemente caemos en la tentación de querer algo parecido, sea como sea; ese es el momento justo en el que nos vemos atrapados por las garras de los vendedores piratas, y el comercio informal.
Aunque, la gran pregunta es: ¿por qué queremos comprar objetos que nos hagan parecer algo, que en definitiva no somos? Comprar la copia de algo, porque no cuentas con los recursos necesarios para comprar el producto original, no es un pretexto para seguir alimentando a la piratería. Recurrir a esto, es algo sumamente perjudicial, tanto para nosotros mismos, como para las compañías y la sociedad en general.
Parece que los piratas, están especializados en tomar el valor de una marca, para convertirlo en algo que cualquiera puede usar, arrebatándole su esencia y personalidad, ya que al tomar el logo de alguna de estas marcas, son capaces de ponerlo, en cualquier cosa, solamente para que la gente “se vaya con la finta”.
Y claro que, además de estos objetos, que no tienen nada que ver con las marcas, podemos encontrar los famosos “clones” –productos que se parecen mucho a los originales– los cuales son vendidos como copias idénticas; la sorpresa llega cuando tu “clon”, no aguanta ni una lavada (hablando de ropa, bolsas, zapatos y accesorios), o se termina rompiendo a la primera de cambio.
Todos deberíamos de trabajar juntos, para evitar que el consumo de la piratería siga, ya que, en caso de que no estén enterados, la piratería es un delito grave, y tanto el que vende como el que compra, cargan con la misma responsabilidad.
¿Sabían que en México se perciben hasta 75 millones de dólares anuales, gracias a la venta de los productos pirata? Y además de todo, este sector del comercio ha crecido tanto, que más de la mitad de los productos que se venden en el país, son piratas.
¿Alarmante, no?
Mejor no apoyen este tipo de actividades, lo barato siempre saldrá caro, y si realmente quieren algo, la opción es ponerse a ahorrar, para así poder adquirir los productos originales, y llevarnos todos los beneficios que merecemos como consumidores.