En la Ciudad de México, no existe nada peor para los capitalinos que las famosas fotomultas; y no crean que el problema radica en que no queremos ser multados, ¡no!, para nada, el problema se presenta cuando las cámaras encargadas de fotografiar a los autos infractores, fallan o simplemente no funcionan como deben, provocando que se den multas por montones.
¿Simple falla o amaño del gobierno para sacar más dinero?
Conocemos de varios casos, en los que las cámaras y los radares de velocidad, fotografían a autos que no van a arriba del límite de velocidad establecido; mientras que en otros casos, las cámaras fotografían sin control, a cualquier auto que se acerque al sensor de la misma, o simplemente, están programadas para tomar fotografías después de cierto tiempo.
Mientras tanto, el gobierno asegura que de ninguna manera existe corrupción ni nada parecido, dentro del sistema de fotomultas, ya que todo está controlado y organizado perfectamente, para asegurar el bienestar de todos los capitalinos.
Otra de las quejas que han presentado los ciudadanos, es que las multas llegan vencidas a su domicilio, o en algunos casos, nunca llegan, sino que los automovilistas se enteran de que fueron multados, hasta que acuden a verificar sus autos. Si ya nos van a multar y vamos a pagar, de menos que exista agilidad con eso, ¿no?
Lo que pocas personas saben, es que, gran parte del problema está en que, la empresa que está contratada por la Secretaría de Seguridad Pública, para prestar y controlar este servicio, está obligada (por contrato), a cumplir con una cuota diaria de –al menos– cinco mil infracciones de tránsito. De hecho, esta empresa obtiene el 46% de las ganancias.
Se calcula que las ganancias generadas por las fotomultas, están cercanas a los 200 millones de pesos mensuales.
Como pueden ver, esto de las fotomultas, se ha convertido en un negocio millonario, tanto así, que en ocasiones, podríamos pensar que todo es un plan con maña para sacarnos más dinero, del que nos quita el gobierno actual.
Aunque, también debemos de reconocer, que en parte, las fotomultas han ayudado a reducir el número de accidentes viales, ya que, los capitalinos estamos alerta y más conscientes de los límites de velocidad y las reglas de tránsito. Algo bueno tenía que dejarnos esto, ¿no creen?
Ustedes, ¿han vivido alguna experiencia desagradable con el sistema de fotomultas?
Totalmente Prole 