¡Hola! Bailar es lo mío, y más si se trata de un baile que llene de alegría a personas mayores, niños, adultos, y una que otra señorita que le encante moverse. Es tanta la pasión que le tengo al baile, que voy a mostrarles algunos que me gusta llamarles: “sin miedo a la muerte”, para que los apliquen en XV’s, bautizos, bodas, y todo evento que se deje.
Un Rayo de Sol, todo un clásico en el ambiente bailable; en el video nos muestran una cátedra de movimientos profesionales, bajo la influencia del gran amigo de todos: el ALCÓHOL y, como plus, se mantiene en contienda con un caballero de sombrero vaquero, zapato negro, pantalón vaquero y playera blanca, al puro estilo de “me acabo de levantar”. Deléitense con este video:
Con música en vivo de fondo, le da el estilo y la naturalidad a este baile tan único y exquisito.
El siguiente video, nos muestra que nuestros amigos Cholos, también tienen un corazón Rockero, no todo es drogas y violencia con estos hermanos. El baile comienza con una contienda entre dos caballeros de escasa cabellera, calceta larga y lente oscuro. Al ritmo de un clásico del rock, los hermanos se mueven al puro estilo POLIO, el split del caballero de playera negra, al que llamaremos “El Bigote”, obliga al caballero de playera blanca a abandonar la contienda. Veamos:
“El Bigote”, en muestra de su clara victoria, nos regala un Double-Split, y nos muestra por qué salió victorioso de tan reñida contienda.
Poniéndonos más modernos en el género electrónico, les traigo a este morro de pasos originales. En el video nos muestra como pasa de ser la burla de su familia, a la nueva cara de Internet, y cómo no iba pasar, si su baile es único. Con sus pants de color vómito y amarillo pollito, nos trae un característico baile, que lo llamaremos “la oveja gorda de la familia”. La gracia de este gordito le da un toque de estilo. Veamos:
Las tan necesaria drogas, para pasar una velada llena de alegría, nos trae el baile de un chico que, dudo que esté consciente de que impuso un nuevo baile, digno de ser el último en nuestro conteo. Este caballero no supo medirse con los excesos y, sin temor de Dios, dio una lección de cómo bailar al ritmo de la electrónica.